Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

miércoles, 6 de febrero de 2019

De vuelta a mi teclado


(Este era el primer post de este año, las circunstancias no permitieron que fuera así)
De corazón espero y deseo que el año que acaba de comenzar sea extraordinariamente bueno para todos nosotros, en todos los sentidos. Que se cumplan los sueños, que crezca el amor, que seamos mejores seres humanos, que se acaben las guerras… Ojalá tengamos un año hermoso, lleno de reencuentros, de amor, de cariño, de buena música, buenos libros, buen cine… Nos merecemos buenas noticias y buenas entradas también. En esto último, prometo hacer mi mayor esfuerzo.
Ya lo he dicho, escribir es mi medicina. Mi pasión. Mi amante en los buenos y malos momentos. Hay días que escribo más, otros menos, algunos textos me parecen que no quedan muy claros (depende de mi estado de ánimo o la premura) pero al parecer lo entienden, otras veces siento que tienen luz propia, no necesitan explicación. Lo que si les puedo asegurar es que siempre escribo lo que siento.
Las letras son una parte importante de mi vida. Cuando escribo dejo en cada línea parte de mí, de mis sueños, de mis fantasías, de mis dudas, de mis temores… Hace años le escuché decir a una escritora "Soy mis letras", y entonces no entendí lo que quiso decir, ahora sí lo hago y pienso como ella, porque por mis letras pasa una marejada de sentimientos, emociones buenas y malas, coherentes e incoherentes, escribir me ayuda a conocerme y reconocerme... es un viaje a mi interior.
Escribir es derramar pasión con un tintero... es una forma sencilla de dejar mi rastro en este mundo y el rastro que vamos dejando por la vida habla de nosotros por sí solo. En las cosas que he escrito aquí les he mostrado un poquito como soy para la mayoría de las personas y a la vez les he dejado ver a esa otra mujer que vive en mí y que casi nadie conoce. Algunos pueden pensar que en ocasiones hago propaganda de mi “yo” o de mi “ego” o de cualquier otra cosa que pueda parecerse. Quizás este exceso de desnudez o transparencia pueda parecer una exuberancia encubierta. Ni siquiera me paro a pensar en ello.
Una de las cosas bonitas de escribir es que no obligas a nadie a escuchar. Sólo escribes, sin pretender un trueque mínimo, sin esperar respuesta (aunque si llega es bienvenida). Es un acto generoso donde expreso reflexiones, cosas del día a día, cercanas, que sirvan o no de medida para sabernos humanos e imperfectos. Y me gusta regodearme con esa imperfección.
Quizás a veces he sido un poco intensa con esas emociones inevitables que la mayoría prefiere, muy respetuosamente, ocultar o disimular. No es que realmente me guste hablar de mí y de mis cosas. Realmente a nadie le interesa si he tenido una pelea con alguien, si voy a la playa, si he ido de juerga con mis amigas o si he salido con quien siempre llena mis días y mis horas. Eso sólo son anécdotas, una manera de anclar al lector en un espacio y un tiempo, en un escenario. Realmente, lo importante son los mensajes que están entre anécdota y anécdota, la lectura entre líneas. Por desgracia hay quienes se quedan en lo epidérmico, en las superficies, sin analizar realmente el fondo. Es una pena.
En la escritura está la libertad, la aventura, la pasión, el romance que a mi alma seduce. Sin la escritura a mi vida le faltaría color, aromas, sonrisas, sueños y el amor que despierta en mi corazón cada palabra que de mi pluma fluye. Sin ella moriría por dentro y las ganas de vivir se ahogarían dentro de mis silencios. Silencios que ya no lo son porque mis letras son mi voz. Cuando escribo mi alma cruza los límites del espacio y del tiempo, siento el mundo a mis pies porque puedo tocar lo inexplorado. Renazco en cada texto, vivo entre líneas, porque me identifico en cada escrito, si un día me olvidara de escribir caería totalmente en un abismo.
Esas letras que nacen en lo más profundo de mi corazón son para desahogarme, recrearme en un mar de sentimientos, a veces para olvidar, otras para perderme en un mundo prohibido lleno de sensaciones y emociones… Siempre le doy un espacio al amor, ese sentimiento tan maravilloso que algunos no tienen la dicha de conocer y otros le temen.
Escribo para que sepan que existo, para mantener abierta la palabra, para reinar sobre la muerte, para revivir cada día, para sentir junto con los otros, para apuntalar el sueño, para alimento espiritual, para unir lo posible con lo imposible, para salvar del diario morir, para hacer más vivo el vivir, para transformar la vida, para la fidelidad al amigo, para un no sé qué, para descubrir los secretos del mundo, para llevar el infinito a cuestas, para despertar a latigazos el silencio, para defender el milagro de la vida, para amar a los otros… También escribo un poco para entenderme a mí misma, es una forma rentable y efectiva de exorcizar neurosis y demonios.
Me han dicho que le doy mucha importancia al tema del amor, y tienen razón. Pero es que para mí el amor es básico, es el motor que mueve el mundo, la única relación que se puede establecer con el mundo para tener de donde agarrarse sin caer en el abismo del sinsentido. Cuando escribo de amor o por amor dejo el corazón, el alma... los más profundos sentimientos.... le doy rienda suelta a las emociones. Es cierto que el amor a veces puede ser fugaz y doloroso, pero no deja de ser bello y eso es lo que me impulsa a escribir sobre él.
Al escribir revivo el pasado, parafraseo el presente e imagino el futuro, combato el paso del tiempo… la escritura me ayuda a comprender y a ordenar el desorden, me equilibra, es un placer y una necesidad. Trato de explicar a los demás como veo la vida, además escribo para curar mis culpas, para de alguna manera sobrevivir a la muerte, para sentir por un pequeñísimo instante que soy Dios. Como dijo Rosa Montero: “Escribo porque mientras lo hago estoy tan llena de vida que mi muerte no existe: mientras escribo soy intocable y eterna”.
Hoy que estoy de vuelta a mi teclado, de regreso a este sitio y a sus lectores, una vez más voy tejiendo los sentimientos que llevo en lo profundo de mi alma, es un honor tenerlos aquí y compartir con ustedes mi sentir. En estas páginas están los suspiros que vivo, lo que creo, siento, veo y pienso. Soy yo escribiendo, son ustedes encontrándose en mis letras y somos todos identificándonos.
Queridos amigos, ustedes son la fuente donde me alimento, son mi apoyo, mi remanso de paz. Hoy están aquí y forman parte de mi vida, los reales y los virtuales, por eso reciban desde mis líneas un abrazo inmenso, de mi corazón a su magnífico corazón.

12 comentarios:

  1. Por fin de vuelta y esta vez definitivamente para quedarte por lo q he visto en los útlimos días. Gracias. Un abrazo.

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    1. Gracias Ferny, esta vez espero mantenerme de una manera más constante como en los primeros años. Un abrazo también para ti.

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  2. Venir aquí cada día en busca de tus letras no es costumbre, es necesidad. Creo que ahora sí estas de vuelta definitivamente. No sabes cuánto placer me da. Escribes de muchas cosas y es cierto que escribes mucho del amor y al amor, pero es que el amor es todo y está en todas partes. Además en ti hay pasión, la pasión de una mujer que no se deja ver, pero que se intuye al leer lo que escribe, una pasión que se saborea entre líneas. Eres un alma intranquila y apasionada. Y eso se siente cuando uno te lee. Tus palabras llegan al corazón. Una vez dijiste que este sitio era como tu confesionario y yo te pedí humildemente y con el mayor de los respetos que me dejaras ser tu confesor. No vuelvas a desaparecer, me gusta sumergirme en tus palabras.

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    1. Gracias por tus palabras. Tu como siempre amigo, sé que te gusta mucho este sitio y no lo has abandonado nunca. Aquí seguiré.

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  3. Me alegro de que volvieras. Un beso

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  4. Yo también estoy feliz de regresar. Gracias por tu tiempo. Un beso también para ti.

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  5. Somos unos cuantos los que te seguimos. A mi me ayuda un montón tus palabras, todos los días vengo a este sitio en busca de algo nuevo y si no hay pues releo algo anterior. Me encanta lo que escribes. Leo muchos blog pero el tuyo es uno de los que más me gusta. Saludos.

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  6. En los últimos tiempos es cierto q has escrito muy poco pero siempre merece la pena esperar un nuevo post. Deseo q te recuperes pronto de las huellas q te haya dejado el tornado. Espero q todo te vaya bien, y q esta vez te quedes con nosotros. Gracias x cada uno de tus post ;) Un beso.

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    1. Gracias por tu tiempo Joseleed. Del tornado me voy recuperando sin problemas con la ayuda de los amigos. Un beso para ti.

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  7. Tu recuerdo me ha hecho volver una vez mas por este rincon... y para mi dicha veo que estas aquí de nuevo. Nunca dejes de escribir, es lo que te hace ser diferente y especial...

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    1. Gracias por regresar Henry, esperemos que los dos hayamos regresado para quedarnos.

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